Si hay alguien que no necesita presentación en el mundo del hip-hop, ese es el señor Ice Cube. Desde dejar huella con N.W.A. hasta conquistar la escena en solitario y con proyectos como Westside Connection, Cube ha marcado el compás de lo que significa ser una leyenda viviente. Y no nos quedemos cortos, porque también se ha lanzado a la piscina de los negocios, especialmente en el cine, cosechando éxitos taquilleros que no hacen más que añadir estrellas a su ya brillante carrera.
Sin embargo, la vida no es solo recoger flores y aplausos. Recientemente, Cube se encontró en medio de una pequeña tormenta por hacer equipo con nadie menos que con Elon Musk, especialmente en relación con la BIG3, su querida liga de baloncesto, que representa uno de sus proyectos más importantes y ambiciosos.
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La controversia estalló en X (anteriormente conocida como Twitter), donde Cube anunció que la liga regresaría el 15 de junio. Un usuario curioso preguntó por qué no se transmitiría a través de Rumble Video, a lo que Cube respondió que porque se emitirá en X. Aquí es donde la cosa se pone caliente: algunos seguidores no tardaron en criticar la decisión del rapero de asociarse con Elon Musk, un personaje que, digamos, no es precisamente el favorito de todos, atrayendo especialmente el fuego de los aficionados a las teorías de la conspiración.
Entre comentarios que cuestionaban las compañías de Musk y otros que iban hasta el punto de llamarlo supremacista blanco, la temperatura en las redes subió rápidamente. La respuesta de Cube a esta oleada de críticas fue tan directa como él mismo:
«Cerrad el pico, zo**as. Yo no estoy alineado con nada, capullos. Yo dibujo mis propias jodidas líneas.»
Como si el drama Musk-Cube no fuera suficiente, recientemente nuestro querido Cube volvió a ser el centro de atención al invitar públicamente a la leyenda Shaquille O’Neal a unirse a BIG3. Lamentablemente, Shaq tuvo que declinar la invitación, recién salido de cirugía y probablemente con más ganas de un descanso que de lanzarse a la cancha.
En resumen, Ice Cube sigue siendo ese imán de atención que no tiene miedo de asociarse con quien le plazca y decir lo que piensa. Y aunque sus decisiones a veces levanten más de una ceja, una cosa es segura: nunca deja de ser él mismo, sin importar las líneas que el resto del mundo intente trazar. ¡Así que, chicos, agarren sus palomitas porque el show de Cube nunca decepciona!
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