Parece ser que hay una relación muy estrecha entre nuestro estado de ánimo y los cannabinoides, al menos eso es lo que está investigando la Doctora Tanja Bagar, investigadora del Instituto Nacional de Química de Eslovenia, profesora de microbiología en la Universidad Alma Mater Europeay colaboradora del Colegio Austríaco de Salud y Desarrollo. También es miembro activo de ICANNA, el instituto internacional de los cannabinoides, un proyecto formado por profesionales de diferentes campos enfocado en la investigación científica de los cannabinoides.
Tanja Bagar centra su estudio precisamente en esta necesidad tan humana de perseguir la felicidad. En mayor o menor medida, todos dirigimos nuestra vida en la dirección que consideramos nos aportará más satisfacción y bienestar. Nos encontramos en un estadio evolutivo en el que ya no tenemos que luchar para sobrevivir, al menos no por la «supervivencia física», y por ello tenemos más tiempo para dedicarnos a la llamada «búsqueda de la felicidad».
La idea de que cada individuo tiene «derecho» a perseguir su propia felicidad está cada vez más arraigada en la sociedad occidental, aunque no es tan nueva como creemos, pues ya se plasmó, por ejemplo, en la declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776, y es uno de los derechos constitucionales de este país.
¿Qué sustancias están involucradas en nuestra «felicidad»?
La investigación científica sobre qué sustancias están implicadas en nuestra capacidad para sentirnos «felices» ha pasado por distintas etapas, aún a día de hoy queda mucho trabajo por hacer en este campo. Tal como apunta la Doctora Bagar, primeramente se creyó que la principal sustancia responsable de cuán felices o desgraciados nos sentimos era la serotonina, también bautizada como «molécula de la felicidad».
- Dopamina: es un neurotrasmisor que nos ayuda a enfocarnos en nuestros objetivos y nos genera la sensación de seguridad necesaria para llevar a cabo las acciones para alcanzarlos.
- Melatonina: se libera después de que hayamos tenido un sueño profundo y reparador e interactúa con otras moléculas.
Tal como señala Tanja Bagar, una investigación reciente también sugiere un fuerte vínculo entre los sistemas serotoninérgico y endocannabinoide, lo que implica una conexión entre la liberación de endocannabinoides y serotonina (Best y Regehr, 2008). De este modo, el sistema endocannabinoide afecta a los niveles de las sustancias implicadas en nuestro bienestar emocional, afectando a la cantidad de serotonina que producimos así como a nuestros niveles de oxitocina, melatonina y dopamina. La científica concluye por tanto, que el sistema endocannabinoide y los propios cannabinoides juegan un papel importante en nuestro estado de ánimo.
¿Por qué las células de nuestro cerebro están tan «interesadas» en identificar y recibir cannabinoides?
Tanja Bagar apunta que después de mucha investigación se ha podido determinar cómo funciona el sistema endocannabinoide, resulta que ese conjunto de receptores CB1 y CB2 repartidos en nuestro organismo, a través de su interacción con los endocannabinoides y/o cannabinoides, afectan a varias funciones de nuestro organismo tales como:
- La presión sanguínea
- Los procesos de osmosis (regula nuestros niveles de agua a nivel celular o de nuestro organismo en general)
- El sistema inmunitario
El rol del sistema endocannabinoide en nuestro cuerpo es asegurar que este funcione en homeostasis. La homeostasis son los diferentes procesos biológicos que nuestro organismo realiza para que todas las áreas funcionen en consonancia y se mantenga un equilibrio saludable. En pocas palabras, la homeostasis sería la tendencia de nuestro cuerpo a mantener el balance y estabilidad internos. Pongamos un ejemplo para comprender mejor qué es exactamente la homeostasis: cuando un virus ataca a nuestro organismo, desequilibrándolo y haciendo que enfermemos, distintos sistemas se activan para poner en marcha una serie de procesos (fiebre, sudor) con el fin de combatir ese virus y volver al equilibrio de todas las funciones y órganos lo antes posible, volver a la homeostasis, el correcto funcionamiento de todas las piezas que componen nuestra maquinaria.
Así es como los cannabinoides afectan a nuestra felicidad, a través de la interacción con varios receptores que rigen funciones de nuestro organismo tales como:
- Sueño: afecta a la producción de melatonina que a su vez afecta a los niveles de otras moléculas como la serotonina.
- Relajación
- Apetito