«MEEK MILL SE UNE A LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA DE ARMAS»

¡Ey, gente! ¿Han escuchado la última? No, no es un nuevo drop ni el último beef en el mundo del rap. Esta vez, es algo que pega mucho más fuerte y, sinceramente, es una de esas noticias que te hacen parar y pensar. Meek Mill, sí, ese mismo, el de los bangers infinitos, ha decidido dar un paso al frente en un tema que, lamentablemente, sigue siendo demasiado actual: la violencia con armas en Philadelphia, su ciudad natal.

¿Cómo se le ocurrió meterse en este berenjenal? Pues resulta que el drama no para de golpear cerca. Tras la trágica pérdida de Takeoff, sobrino de Quavo, a manos de esta misma violencia descontrolada, como hemos comentado en anteriores blogs, Meek Mill se ha visto movido por la reciente muerte de Phat Geez. Imagínate, el chaval asesinado justo en la entrada de su casa… Esto es algo que, desafortunadamente, se ha convertido en el pan nuestro de cada día en algunas ciudades estadounidenses.

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Pero Meek no se ha quedado solo en el «algo hay que hacer». No, señor. El hombre ha ido a Twitter, perdón, a X (que uno ya no se aclara con los cambios de nombre), y ha lanzado una propuesta de esas que te hacen levantar una ceja y decir: «Ok, esto es nuevo». Ha prometido que el 10% de los beneficios de su música irán destinados a combatir la violencia con armas en Philly. Sí, así como lees. El 10% de lo que gane con su música. Si eso no es compromiso, no sé qué lo es.

Ahora, más allá de aplaudir el gesto, que es para quitarse el sombrero, lo interesante aquí es el movimiento que esto puede generar. Meek y Quavo están demostrando que el cambio no tiene que venir necesariamente de trajes en el Congreso o discursos interminables. A veces, solo hace falta que alguien con voz, que es una de las partes positivas de la fama: «Vamos a hacer algo distinto».

Así que, mientras algunos siguen preguntándose cuál es el siguiente paso, estos tipos ya están marcando el camino. Y lo mejor de todo es que nos están invitando a todos a seguirlo. Así que, chapeau por Meek Mill y Quavo. Están demostrando que, en este juego del rap, hay misiones que van mucho más allá de los shows y álbumes. Ellos están jugando en otra liga: la de intentar dejar el mundo un poquito mejor de como lo encontraron.