El propio THC del cuerpo humano
Hay muchos diferentes tipos de personas que disfrutan de fumar marihuana: empresarios, adolescentes, pacientes, médicos – inclusive nuestros ancestros de hace cientos de años. ¿Alguna vez te has preguntado qué tenemos todos en común? Todo ser humano produce su propio endocannabinoide llamado anandamida, que luce y actúa mucho como el THC. Para aprender más sobre la anandamida.
¿No es algo misterioso que por más que el mundo ha cambiado a nuestro alrededor, a los seres humanos siempre les ha gustado fumar marihuana?
Nosotros hemos intentado meter a la marihuana en muchas categorías – entogénica, cultural, generacional – pero todo eso puede ser, honestamente, un juego de niños. El uso de la marihuana parece trascender la raza, edad y cultura – sin importar la época. Y entre más socialmente aceptada se vuelve, más abiertas están las personas de todos tipos de demografías sobre su consumo.
Entonces, ¿qué es responsable del hecho que tanto a la abuela como a su nieto les guste tanto fumar marihuana en contraste a sus contrapartes de hace 40 años? La respuesta literalmente podría yacer en la propia biología del cuerpo humano. El cuerpo humano produce su propio cannabinoide parecido al THC llamado anandamida. ¿Es posible que la anandamida es la razón por la que para muchas personas se siente tan bien fumar marihuana?
¿Qué es la anandamida?
Este compuesto químico es a menudo referido como la “molécula de la alegría”, porque su nombre, ananda, se origina de la palabra sánscrita que significa felicidad o bienaventuranza. La anandamida pertenece a la clase de compuestos en el cuerpo llamados amida-ácidos fáticos y pertenecen al sistema cannabinoide endógeno del cuerpo humano. Su nombre químico completo es N-araquidonoiletanolamida.
La anandamida reacciona con los receptores CB1 y CB2, lo cual significa que llega al cerebro y el sistema nervioso central. Así como el THC, este cannabinoide es el responsable del tipo de sensación “drogante” – al igual que el incremento de apetito y la sensación soñolienta. También juega un papel grande en otras funciones corporales vitales.
El cerebro humano: Un rompecabezas cannabinoide
¿Por qué el cerebro humano tendría un receptor cannabinoide que encajaría casi perfectamente en el THC, cuando este no es naturalmente producido en el cuerpo?
Este es el rompecabezas que los científicos enfrentaron y lo que eventualmente llevó al descubrimiento de la anandamida.
La presencia de un cannabinoide producido naturalmente fue descubierta por personas que siguen trabajando en el equipo amante de la marihuana de Raphael Mechoulam. William devane y Lumir Hanus, en 1992, descubrieron la pieza final del rompecabezas cannabinoide. Y ellos decidieron llamarlo anandamida, por la palabra sánscrita que significa felicidad.
Mientras que el THC cabe casi perfectamente en el receptor cannabinoide, el neurotransmisor anandamida en realidad calza perfectamente en el receptor cannabinoide del cerebro. El descubrimiento de la anandamida significaba muchas cosas para nuestros conocimientos del cannabis y el cuerpo humano.
Aislar y descubrir un endocannabinoide confirmó que, de hecho, hay un sistema endocannabinoide completo en el cuerpo. Con la presencia de receptores cannabinoides y cannabinoides producidos naturalmente, hay un sistema completo de cannabinoides – sin la necesidad de la marihuana – que opera en el cuerpo y cerebro humano.
¿Qué hace la anandamida?
Todavía hay mucho que descubrir sobre cómo la anandamida funciona en el cuerpo. Después de todo, es parte de uno de los sistemas más complejos en el cuerpo humano. Es más famoso por crear el estado elevado de felicidad que reportan muchos usuarios después de fumar marihuana. Pero hay mucho más que eso.
La anandamida opera en partes del cerebro que afectan la memoria, la sensación de dolor, el apetito, el movimiento e inclusive la motivación. También tiene efectos en el sistema de reproducción, lo cual significa que tiene un efecto en la fertilidad. Es esencialmente un neurotransmisor, y es descompuesto rápidamente por las funciones del cuerpo. Es por eso que, aunque droga a una persona, ese estado no dura para siempre.
La anandamida aumenta la neurogénesis, la cual es la formación de nuevas neuronas, o un nuevo patrón neuronal. Esta función es por qué los científicos dicen que la anandamida tiene un efecto anti-ansiedad y antidepresivo – lo cual nos cuenta mucho sobre el estado de felicidad y por qué a los fumones les encanta tanto fumar.
Anandamida, THC y CBD – ¿cómo interactúan?
Cuando alguien ingiere marihuana, el compuesto psicoactivo THC está esencialmente imitando el trabajo que de otra forma la realizaría la anandamida.
La diferencia aquí es que el THC tiene una vida más larga en el cuerpo que la anandamida, lo cual mencionamos anteriormente como una rápida descomposición. Para aquellos cuyos cuerpos no producen anandamida en grandes cantidades, la presencia de THC y la estimulación efectiva de su receptor podría ser un cambio bien recibido.
El CBD, por otro lado, interactúa con el cuerpo muy diferentemente. Prácticamente, no tiene efectos psicoactivos, pero, en cambio, alienta la función natural del sistema endocannabinoide. Previene la producción de FAAH, una enzima en el cuerpo que descompone la anandamida.
Esto significa que con la introducción del CBD, la anandamida tiene una vida más larga en el cuerpo. También significa que el cuerpo es alentado a producir más de ella. El resultado de esto es un ser humano más feliz y con menos dolor que es mejor capaz de lidiar con la inflamación.